viernes, 7 de diciembre de 2007

Palabras del director del proyecto, Dr. Carlos Guerra, en el acto de entrega de certificados

El Centro Regional de Estudios y educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta, ha definido como misiones principales, desarrollar investigaciones tendientes a conocer, evaluar y mejorar la calidad ambiental de nuestros sistemas naturales y por otra parte, destinar los mayores esfuerzos posibles para incorporar en la ciudadanía y sus instituciones, principios y valores tendientes a conservar la naturaleza, sus recursos y por sobre todo, mejorar en forma equitativa la calidad de vida de los habitantes que conforman nuestra sociedad.

Incontables encuentros en los niveles locales, nacionales e internacionales que nos ha correspondido participar, indistintamente su nivel y ámbito, siempre llegamos a la conclusión que no habrá desarrollo sustentable ni mejoramiento de la calidad de vida, si los habitantes y la sociedad en su conjunto, no asumen roles de custodios y protagonistas en los procesos de conservación, que no es otro que el aprovechamiento racional de los recursos que la naturaleza nos ha obsequiado para nuestro beneficio.

Nadie desarrolla sentimientos afectivos ni compromisos valóricos, sobre elementos que no conoce. Por consiguiente, el primer paso es conocer…..tener la capacidad de descubrir y contar con los antecedentes para confirmar aquello que le ha sorprendido y ha impactado en su normal inquietud y motivación. Es necesario entonces disponer de información comprensible, para que todos tengan acceso al conocimiento de su patrimonio. Debemos mostrar nuestros recursos de tal forma, que se asocie a él, el valor que representa, no tan solo como un componente de mercado, sino como un todo, con su significado para la cultura, para el desarrollo espiritual, para fortalecer la identidad de los habitantes con lo suyo, para el funcionamiento necesario de los sistemas ecológicos. La puesta en valor de nuestro patrimonio, como se le denomina a esta acción, es un imperativo para sentirnos orgullosos de lo nuestro, para fortalecer nuestra propia convicción de lo que valemos como humanos y como país.
Cuantas veces nos maravillamos con imágenes de otros países y un pequeño (o gran) sentimiento de menoscabo recorre nuestras venas. Casi siempre es porque no hemos sido capaces de ver lo nuestro y valorar lo que tenemos.

El proyecto que CONAMA ha puesto en manos del CREA, tiene un gran componente de valoración, en que el énfasis se ha puesto en la entrega de información, en la vivencia con lo nuestro, en poner en contacto la inquietud por saber y lo que tenemos frente a nuestros ojos y no siempre vemos.

La Península de Mejillones es un verdadero tesoro natural justo en el medio de la región más productiva del país. Una región que se merece tener un recurso para el esparcimiento, la cultura, para gozar de una cercanía con la naturaleza, sin tener que viajar cientos de kilómetros para ver mucho menos de lo que tenemos. Es un recurso de gran valor para apoyar el desarrollo de ciudadanos que buscan alternativas económicas distintas y perdurables, para mejorar su calidad de vida. Es por esto, que sin un compromiso colectivo, ese gran tesoro no tendrá el efecto que deseamos para nosotros y para las futuras generaciones.

El proyecto desarrollado es un paso que se suma a todos los esfuerzos realizados por las instituciones y organizaciones sociales de la zona y es también un llamado a seguir trabajando para que este trozo de territorio se convierta legalmente en una zona protegida.

Como Director del CREA UA, deseo agradecer la confianza depositada para la ejecución de este desafío por parte de las instituciones que financiaron y compartieron el llamado y especialmente agradecer a quienes efectivamente trabajaron en las múltiples tareas que este demandó.
Muchas gracias

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