El Centro Regional de Estudios y educación Ambiental de la Universidad de Antofagasta, ha definido como misiones principales, desarrollar investigaciones tendientes a conocer, evaluar y mejorar la calidad ambiental de nuestros sistemas naturales y por otra parte, destinar los mayores esfuerzos posibles para incorporar en la ciudadanía y sus instituciones, principios y valores tendientes a conservar la naturaleza, sus recursos y por sobre todo, mejorar en forma equitativa la calidad de vida de los habitantes que conforman nuestra sociedad.
Incontables encuentros en los niveles locales, nacionales e internacionales que nos ha correspondido participar, indistintamente su nivel y ámbito, siempre llegamos a la conclusión que no habrá desarrollo sustentable ni mejoramiento de la calidad de vida, si los habitantes y la sociedad en su conjunto, no asumen roles de custodios y protagonistas en los procesos de conservación, que no es otro que el aprovechamiento racional de los recursos que la naturaleza nos ha obsequiado para nuestro beneficio.
Cuantas veces nos maravillamos con imágenes de otros países y un pequeño (o gran) sentimiento de menoscabo recorre nuestras venas. Casi siempre es porque no hemos sido capaces de ver lo nuestro y valorar lo que tenemos.
El proyecto que CONAMA ha puesto en manos del CREA, tiene un gran componente de valoración, en que el énfasis se ha puesto en la entrega de información, en la vivencia con lo nuestro, en poner en contacto la inquietud por saber y lo que tenemos frente a nuestros ojos y no siempre vemos.
La Península de Mejillones es un verdadero tesoro natural justo en
el medio de la región más productiva del país. Una región que se merece tener un recurso para el esparcimiento, la cultura, para gozar de una cercanía con la naturaleza, sin tener que viajar cientos de kilómetros para ver mucho menos de lo que tenemos. Es un recurso de gran valor para apoyar el desarrollo de ciudadanos que buscan alternativas económicas distintas y perdurables, para mejorar su calidad de vida. Es por esto, que sin un compromiso colectivo, ese gran tesoro no tendrá el efecto que deseamos para nosotros y para las futuras generaciones.
El proyecto desarrollado es un paso que se suma a todos los esfuerzos realizados por las instituciones y organizaciones sociales de la zona y es también un llamado a seguir trabajando para que este trozo de territorio se convierta legalmente en una zona protegida.Como Director del CREA UA, deseo agradecer la confianza depositada para la ejecución de este desafío por parte de las instituciones que financiaron y compartieron el llamado y especialmente agradecer a quienes efectivamente trabajaron en las múltiples tareas que este demandó.
Muchas gracias
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